martes, 26 de agosto de 2008

Escalones

Bajo cuidadosa las escaleras.
Hace bastante tiempo
que piso todos los peldaños
que hay entre los rellanos
que van de planta a planta.
Ya no precipito el fin de mi bajada saltando
desde el antepenúltimo escalón.
Tampoco precipito el fin de las cosas.
Dejo que todo acontezca.
A veces, esta rara costumbre adquirida
me produce un sosiego
que me acerca a un raro vacío.
Otras, sin duda mayoritarias ,
rajan el cielo de mi boca
y llevan esta herida
hasta el vacío estómago.
Así he ido aprendiendo.
Entre el dolor y la nada.