viernes, 11 de julio de 2008

Magnum Desert Eagle

Estoy en uno de esos días...
¡oh, si mi mano derecha
oliera mañana a pólvora!
Iré a ti, que conoces mis palabras
cuando huelen la sangre en la distancia.

Acomódate en mis ojos
y haz que vea todo esto
oliendo a mar.

Huíd, mientras tanto.

Huíd de mi si os llamo
y mis manos destellan
como solo lo hace el acero
de una Magnum Desert Eagle.

1 comentario:

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

Ven.
La escarcha es fría
pero mi regazo es cálido.

Acomódate.
Tu acero en la voz
resplandece de ocaso.

Descansa.
El disparo se aleja
bajo las verdes aguas.


Un beso de vida.

Pedro LUis Ibáñez Lérida.