La playa presenta ese barniz pálido
que va tomando en septiembre.
Somos pocos y distanciados.
La mar resuena tranquila y desnuda
mientras el cielo empuja nubes
como párpados llorosos.
No hay niños que jueguen.
Al fondo, una pareja casi sin tiempo,
posa para una fotografía
que, quizá, apenas puedan mostrar.
martes, 13 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario